Los coches eléctricos son una realidad en España. Solo en 2017 se vendieron casi 4.000 vehículos, un 96% más que en 2016. Pero en estos tres meses de 2018 ya han sido adquiridos más de 10.000 automóviles, según datos de bolsamanía.com. Pese a estas cifras, todavía existe una gran mayoría, que tiene miedo a hacerse con este tipo de vehículos por la infraestructura necesaria para cargar sus baterías.
Pero aquellos que lo tienen necesitan disponer de una plaza de garaje para aparcar el coche, ya que no es muy recomendable comprar un vehículo 100% eléctrico y dejarlo estacionado en la calle, porque hay muchas trabas para instalar un punto de carga en la vía urbana. Por tanto, si dispones de una plaza en un edificio la situación resulta mucho más fácil.
Con todo, todavía es complejo encontrar un gran número de edificios que tenga instalados enchufes de este tipo y si los tienen, pertenecen a toda la comunidad y solo sirven para hacer una carga ocasional, ya que no se pueden utilizar de forma diaria, por lo que es más recomendable instalar un wallbox.
Los edificios denominados de nueva construcción deben tener una preinstalación, como bien indica un Real Decreto, publicado en el BOE el 31 de diciembre de 2014. Esta condición nos facilitará mucho el trabajo a la hora de colocar el punto de carga. Pero no quiere decir que haya obligación de colocar una estación de recarga por parte de la empresa constructora.
Por tanto, si alguna vez compramos uno de estos vehículos podremos realizar nuestra propia instalación, sin que sea aprobada en junta por el resto de propietarios, solo deberemos informar por escrito al presidente de la comunidad de vecinos, por lo que ningún vecino puede imponerse a dicha instalación. Lo ideal es tener la plaza de garaje en el mismo edificio en el que vivimos, ya que con esto lo único que tendríamos que hacer es utilizar metros de cable para conectar nuestro contador con la plaza.
Lo que nos permitiría que la carga del coche se sumara a la del resto de electrodomésticos de nuestro hogar. Comprar un vehículo eléctrico, además de ser beneficioso para el medio ambiente, también es positivo para nuestro bolsillo pues el Estado proporciona ayudas (MOVALT) de una media de 5.000€. Asimismo, el vendedor está obligado a pagar la instalación del punto de recarga con un importe de hasta 1.000€.