Gestionar una comunidad de vecinos no es tarea fácil. La forma más sencilla es contratando los servicios de un administrador de fincas, pero también se puede realizar de forma interna, a través de una comunidad de propietarios, o de forma online desde apps en las que todo el mundo está al tanto de los movimientos que se realizan.
Las personas que gestionan una comunidad de vecinos ya creada deben llevar a cabo una tarea de lo más transparente posible. Así pues, hay que llevar las cuentas al día y que cualquier propietario pueda tener acceso a las mismas. También hay que convocar juntas de propietarios, bien ordinarias una vez al año, o bien extraordinarias, en las que se puede hablar de aquellas temáticas que se requieran.
La persona elegida como presidente o presidenta de la comunidad debe tener en cuenta los siguientes puntos: redacción y envío de actas, realización de la contabilidad, gestión de impagados, cobro de cuotas y derramas, preparación de las juntas, seguimiento del presupuesto anual, etc.
Asimismo, las comunidades de vecinos se pueden gestionar de forma digital, una forma muy útil para que todo el mundo pueda tener acceso inmediato a cuentas, actas y todo aquello que se produzca en el edificio. Una buena herramienta son las aplicaciones en los móviles, en los que la gestión es muy eficaz. El propietario percibe así más transparencia, agilidad y una mayor democracia en la toma de decisiones.
Las apps ayudan a que los vecinos no tengan que estar buscando al presidente de la comunidad o ponerse en contacto con el administrador cada vez que necesitan un asunto. De esta manera, se mejora la comunicación entre los propietarios porque, por ejemplo, aquellos que sean más olvidadizos tienen todo al día. O si un vecino vive en otra ciudad puede conocer todo aquello que tiene lugar en su edificio. Se trata de una forma de gestión muy útil para aquellos que tienen segundas residencias, entre otras situaciones.