Oliver ha vivido en el barrio de Malasaña toda la vida, en la comunidad de Madrid. Es de esas personas que conoce bien los entresijos de la comunidad porque se ha criado allí, sin embargo no se imagina siendo presidente. «Es mucha responsabilidad y para ostentar ese cargo tienes que tener vocación, como sucede o debería de suceder, con los políticos», relata. Desde el portal hemos contactado con él para conocer sus pericias como vecino. Le preguntamos sobre los problemas más raros a los que se ha enfrentado su comunidad de propietarios y cómo los han resuelto.
¿Cuál ha sido la mayor problemática a la que habéis tenido que enfrentaros?
La morosidad, porque hemos vivido con varios propietarios que no estaban al corriente de las cuotas y eso creaba inestabilidad en la finca.
¿Cómo hicisteis frente a la problemática?
Francamente fue difícil. Me consta que el presidente les mandó notificaciones en varias ocasiones, misivas y también les informó de los pagos que tenían pendientes de forma verbal, pero ellos respondían que ya lo sabían y que cuando tuvieran un hueco lo pagarían. Así un mes tras otro, hasta que al final el presidente decidió contar con un administrador de fincas, que se encargará de esos menesteres personalmente.
¿Y qué hizo el administrador de fincas?
En una junta de propietarios se llegó al consenso de una reclamación judicial de las cantidades adeudadas y como llevaban muchos años acumulando deudas se aprobó un embargo de los bienes mediante una ejecución. Además, el administrador informó del escenario a la comunidad sobre la situación económica y solicitó un plazo razonable para cubrir las cuotas que debían estos.
Y en caso de que el administrador no pudiera solventar el problema, ¿qué se puede hacer?
Lo mejor es buscar asesoría externa de una empresa especializada en administración de fincas que ofrezca demandas a morosos de comunidades y además de velar por los intereses de esta, brinde asistencia legal así como mediación de conflictos. En algunos casos ya hasta puedes contratar seguros anti morosos para evitar que se produzcan pufos económicos en la comunidad, según nos explicó el administrador.